La primavera japonesa y las flores de Japón
Las estaciones en Japón están muy bien definidas y la transición de una a otra es muy notable. Durante el verano, los días son más largos, los árboles están verdes, el tiempo es caluroso y húmedo. La transición del verano al otoño está marcada por un clima más fresco y un cambio en los colores de las hojas a punto de caer. En invierno, anochece mucho antes, muchos árboles pierden todas sus hojas y la temperatura baja drásticamente, llegando a nevar en algunos lugares. La primavera, en cambio, se caracteriza por el florecimiento de árboles y plantas, días cálidos, un horario de sol más extenso y el canto de los pájaros.
Hoy vamos a hablar un poco sobre la primavera en Japón y algunas de las costumbres que rodean su llegada. Si ves anime, estudias japonés o has tenido contacto con algún tipo de producción mediática del país, seguro que has visto alguno de estos eventos, ¿verdad? Durante la primavera se celebran las ceremonias de graduación y el comienzo del año escolar en colegios y universidades. Se celebran también el Hinamatsuri (Festival del Día de la Niña), el Shunbun no Hi (Día del Equinoccio de Primavera) que es un día festivo, y también el tradicional Hanami (Observación de flores), por nombrar sólo algunos eventos importantes.
Una cosa que tienen en común todos estos acontecimientos es la presencia de flores y su simbolismo. Normalmente, cuando hablamos de la primavera japonesa, lo primero que nos viene a la mente es el árbol sakura y sus flores rosas y blancas que caen ininterrumpidamente en un bello espectáculo de la naturaleza. Las flores de cerezo, nombre que recibe el sakura en español, están muy presentes en la primavera japonesa y ocupan un lugar especial en la cultura de los ciudadanos del país. Pero la primavera en Japón va mucho más allá de los cerezos, ¿lo sabías?
Para hablar un poco de estas cosas, hablemos un poco del Hanami y la costumbre de disfrutar de las flores de esta estación. Te darás cuenta de que hay una gran variedad de flores y de que probablemente hayas confundido otras flores con los cerezos en flor. Por ejemplo, ¿Sabes de qué árbol proceden las flores de la siguiente imagen? Esperamos que al final de este post seas capaz de distinguir entre las distintas flores que se contemplan en primavera.
Un poco de historia
Antes de hablar de flores, veamos un poco de historia. La costumbre de disfrutar de las flores en primavera es muy antigua y ha atravesado una serie de cambios a lo largo de su existencia. Veamos a continuación algunas de estas diferencias.
La costumbre de apreciar las flores que da lugar a la tradición que conocemos hoy en día surgió probablemente en Japón durante el Periodo Nara, en el siglo VIII de la era común. Durante este periodo, era una costumbre exclusiva de la nobleza de la época y se caracterizaba por estar fuertemente influenciada por China. Una de las influencias más relevantes durante ese período fue la preferencia por el ciruelo (梅, ume), introducido en Japón desde China, en lugar de apreciar el cerezo somo sería de esperarse. Prueba de esta preferencia es el número de poemas que cantan al ciruelo en la colección de poemas más antigua y famosa del país, el Man'yôshû. Existen más de 100 poemas en esta colección con temática enfocada en el ciruelo, mientras que hay menos de 50 poemas sobre el cerezo.
La preferencia por los ciruelos decayó durante el Periodo Heian, que duró hasta el siglo XII. Durante este tiempo, la aristocracia japonesa comenzó a asociar el sakura con el hecho de disfrutar de las flores y el cambio de estación. Esta asociación puede verse de nuevo en el hecho de que el número de poemas que cantan al ciruelo descendieron a poco más de diez, mientras que los que tematizan el cerezo ascendieron a siete docenas en Kokin Wakashû, una importante antología de poemas japoneses.
En los siglos siguientes se extendió esta costumbre aristocrática a algunos guerreros de la época, como los famosos samuráis. En esta difusión, la nobleza de la capital imperial mantuvo la costumbre de disfrutar de las flores de una forma más "elegante", mientras que la gente del campo y quienes no formaban parte de la nobleza solían celebrar el hanami con un espíritu festivo en el que bebían y se divertían, en un modelo más cercano a la actualidad.
Pero no fue hasta el largo periodo Edo (1603-1868) cuando la costumbre se extendió a todo el país y a sus ciudadanos, dejando así de estar vinculada a la élite social. Con la incorporación de la clase baja, surgió entre ellos la costumbre de reunirse para preparar canastas de comida y bebidas alcohólicas para llevar a los parques y disfrutar del hanami. Solían cubrir el suelo bajo los árboles en flor con mantas para comer, bebían el sake y, mientras disfrutaban de las flores, se divertían sin restricciones. Este hábito aún persiste hoy en día, vinculado principalmente a esta costumbre creada y cultivada por la clase baja de Japón.
Ciruelos, cerezos, melocotoneros o albaricoque, ¿Conoces la diferencia?
Una dato que no muchas personas conocen, es que el hanami no consiste necesariamente en apreciar unicamente los cerezos, sino una serie de árboles que tienen flores que también pueden ser muy parecidas a los sakura, pero cada uno tiene sus propias características.
Las flores más apreciadas son las del ciruelo (梅, ume), el cerezo (桜, sakura), el melocotonero (桃, momo) y el albaricoque (杏, anzu). Por el nombre, te habrás dado cuenta de que son árboles bastante diferentes, ¿verdad? Todos dan frutos diferentes y tienen sus propias características. Veamos a continuación algunas de las características únicas de cada especie.
Ciruelos
Empecemos por los ciruelos. La floración de los ciruelos es única y muy diferente de la de los sakuras. Por ejemplo, suelen florecer desde finales de enero, todavía en invierno, hasta finales de abril, ¡pero hay casos en los que florecen hasta diciembre! Por tanto, son los primeros árboles en florecer, y a menudo lo hacen cuando el clima todavía es bastante frío y, en algunos lugares, cuando todavía nieva, lo que constituye un bello espectáculo de la naturaleza en el que las flores destacan sobre un paisaje nevado. Así que si ves un árbol en flor antes de marzo, ¡probablemente sea un ciruelo!
Además, sus flores desprenden un aroma muy fuerte y característico. Aunque no puedas ver el ciruelo en flor, probablemente podrás olerlo, sobre todo si hay muchos árboles cerca. Ninguna otra flor tiene un aroma tan fuerte y característico como las flores de ume. Así que si percibes un aroma más intenso que en otras flores, lo más probable es que se trate de un ciruelo.
Por último, puede identificar las flores de este árbol por la forma de sus pétalos. Todos son redondeados en las puntas, por lo que pueden parecer más pequeños y voluminosos que los demás, aunque no siempre es así. Aquí puedes observar su aspecto real. ¿Puedes distinguir las puntas redondeadas?
Cerezos
Pasemos a los sakuras. Son las flores más conocidas de Japón, pero también tienen sus propias peculiaridades, así que veamos algunas formas de diferenciarlas de las demás. Su periodo de floración suele ser de mediados de marzo a principios de mayo. Las primeras flores empiezan a aparecer en el sur de Japón, donde el clima se vuelve caluroso con más prisa, y se extienden gradualmente hacia el norte a medida que el clima cambia también en estas regiones. El momento cúspide de su floración suele coincidir con las ceremonias de clausura y e inicio año escolar, por lo que es frecuente encontrarlas en los parques alrededor de las zonas escolares.
En cuanto al aroma de los cerezos en flor, es dulce, pero bastante débil. Normalmente, aunque intentes olerlo directamente de las flores, no podrás sentir el aroma tan fácilmente. Así que, si puedes percibir el aroma de los pétalos de flor de temporada desde una distancia considerable, es muy probable que no sean flores de sakura.
La forma más común de los pétalos de la flor del cerezo es la que tiene una división en la punta que se asemeja a un corazón, como en la imagen de abajo. Sin embargo, al ser un árbol que se encuentra a lo largo del país, existe una enorme diversidad en cuanto al número de pétalos, colores, etc. Aun así, la forma más sencilla de diferenciar sus flores es buscar esta división en los pétalos. Por ejemplo, en las obras de arte, la representación de estas flores sigue siempre este modelo.
Melocotoneros
Otro árbol que florece durante ésta época y que a menudo se confunde con los sakuras es el melocotonero, o momo. En realidad, el momo tiene las flores que más se parecen a las sakuras, además de tener un periodo de floración similar. Sus flores suelen abrirse a mediados de marzo y continúan hasta finales de abril. No es una regla, pero los melocotoneros también pueden florecer incluso antes que los cerezos.
El aroma de las flores de momo también es muy discreto, pero las hojas tienen un olor muy dulce, que recuerda en cierto modo al fuerte aroma del fruto de este árbol, el melocotón. Así que una forma de diferenciar el melocotonero del cerezo es por el aroma de las hojas.
Sus pétalos, en cambio, son puntiagudos y, por tanto, dan la impresión de ser más alargados que los demás. Por eso, una buena forma de saber qué flor estamos viendo es fijarse en cómo está formada la punta de los pétalos: si tiene una hendidura en la punta, probablemente sea un sakura, si es redondeada, podría ser un ciruelo o un albaricoque, mientras que si el borde es puntiagudo, probablemente estemos ante una flor de momo. En la foto puedes observar una auténtica flor de melocotonero. Puedes ver que el pétalo va adelgazando a medida que llega a la punta, ¿verdad?
Albaricoquero
Por último, ¡el albaricoque! Estos árboles suelen florecer a finales de marzo y permanecen en flor hasta principios de abril. Por tanto, tienen el periodo de floración más corto.
El olor de sus flores es agridulce, parecido al del propio fruto del árbol, el albaricoque, pero no es muy fuerte. Para sentir este aroma, hay que acercarse a las flores y observarlas de cerca. Así que una forma de diferenciarlo de los demás es ver si se percibe un aroma agridulce al acercarse al árbol.
En cuanto a los pétalos, son redondeados en las puntas y casi idénticos a los de las flores de ciruelo. Además del olor, otra forma de diferenciarla de las flores de ume es por el cáliz (la base de la que salen los pétalos y sobre la que se apoyan), ya que en el albaricoque es curvo y en el ciruelo no. Es un detalle difícil de notar si no estás acostumbrado a observar flores, ¡pero es bastante fácil de detectar una vez que te acostumbras!
Cómo puedes notar, hay muchas flores que podemos llegar a confundir con las flores de sakura, pero en realidad son de otros árboles, ¡es fascinante aprender sobre ellas! La próxima vez que tengas la oportunidad de ver las flores de primavera de Japón, intenta averiguar cual de las diferentes especies de época estás observando y disfruta de las características de cada una. Todas son preciosas, pero cada una tiene su encanto especial y una forma de disfrutar aún más de la primavera es aprovechar al máximo cada una de ellas.
Por último, ¿puedes decir de qué árbol es la primera imagen? Danos tu respuesta en los comentarios.